Diversas Rutas

A continuación os propongo una serie de rutas a las que podeis visitar en cualquier momento del año. Cada una de ellas presente diferentes características, todas ellas maravillosas, con bonitos paisajes, flora y fauna.

Además, al final de la descripción de cada ruta podeis observar la dificultad de la ruta, el tiempo que se tardaría en realizarla... También os presento algunas fotos de las que podriais disfrutar si os encontrarais en dichas rutas.


1. EL ROBÓN DE ESTALAYA (Vañes)

Tomando como punto de partida  Cervera de Pisuerga (CL-627) dirección a Potes, pasamos el puente del pantano de  Requejada y tomamos la carretera de la derecha dirección Herreruela de Castillería, a menos de 2Km. nos encontramos el aparcamiento para iniciar la ruta.

Al comienzo de la ruta pasamos un pequeño puente y  por la cola del pantano, seguimos el camino, bien señalizado y  al llegar a la bifurcación tomamos la senda de la izquierda que nos sube al Roblón por el valle. Tras atravesar una cancela metálica nos internamos en un precioso bosque mixto de hayas y robles, más adelante haciendo un desvío de la senda principal nos encontramos con  el “Roblón” de Estalaya. Su porte y altura nos sorprende agradablemente.

Su altura es de 17 m, y su perímetro en labase es de 10,6 m. Sobre la edad de este árbol, hay varias opiniones, tiene más de 500 años. Algunos expertos piensan que tiene 800 años, aunque muchos vecinos aseguran que pueden ser muchos más. En cualquier caso, este “abuelo”, como se le conoce entre la gente de la comarca, ha sobrevivido a un rayo que dejó marca en su porte y al hacha del hombre, que lo señaló para la corta hace cincuenta años aunque no se llegó a derribar. Hoy se encuentra incluido en el catálogo de árboles notables de Castilla y León. Podemos contemplarle protegido por una valla que rodea su impresionante perímetro y que es importante respetar. Tras pararnos a contemplar El "Roblón" el tiempo que consideremos, el camino sigue entre el bosque caducifolio, en el que encontramos, además de hayas, robles albares  y rebollos, acebos, espinos, guillomos, servales y mostajos. En las praderas y riberas de los arroyos podemos encontrar abundantes herbáceas, ranúnculos, menta silvestre, geranios, hierba de San Antonio, narcisos y primaveras. Más difícil será sorprender a la fauna forestal, siempre huidiza, aunque probablemente escuchemos los cantos de las aves escondidas en la foresta, y encontremos rastros del paso de algunos habitantes (pelos, excrementos, plumas...).

Descendemos por un vallejo hasta que volvemos a encontrarnos con el embalse, y el camino sigue paralelo al mismo, enlazamos con el tramo que anduvimos al inicio, y cruzando la cola del embalse por el mismo puente llegamos de nuevo al aparcamiento.
Embalse de La Requejada y pueblo de Vañes.
 
Distancia aproximada: 4,6 Km ida y vuelta. Desnivel: 125 m. Duración: 1 hora y media. Dificultad: Fácil. Época: Todo el año.





2. EL POZO DE LAS LOMAS (Cardaño de Arriba)

Tomamando como referencia Cervera de Pisuerga por la Ruta de los Pantanos hasta Cardaño de Arriba, desde donde iniciamos la excursión. El camino tiene su inicio junto a la iglesia del pueblo y asciende valle arriba por una zona de praderas hasta que cruzamos un puente que salva el arroyo de Las Lomas. La ascensión se hace un poco más pronunciada, dejando a la derecha el arroyo. Antes de llegar al alto de la Majada de las Vacas el camino se bifurca. Por la derecha el camino desciende hacia la cascada del Ves. Por la izquierda continuamos la ascensión hasta cruzar de nuevo el arroyo por un puente de nueva factura. A partir de aquí el sendero asciende por la ladera hasta el alto de La Lomba.

En este tramo hay que tener cuidado de no perder el sendero, que a veces desaparece entre los matorrales. Desde el alto ya podemos ver el circo glaciar en cuya base se asienta el pozo de Las Lomas, rodeado por las cumbres del Celestino (2.394), el Alto de Fuentes Carrionas (2.497), Las Agujas de Cardaño (2.386) y el Alto de Las Lomas (2.430).Las ruinas de un chozo nos sirven de referencia para retomar el sendero, que serpentea ladera arriba hasta el Lago.

Los valles de Cardaño, desde el Puente Agudín hasta el pozo de Las Lomas tienen como escolta las más altas cumbres de la Montaña Palentina. Además de las ya citadas por aquí se encuentran entre otras, el Espigüete (2.450) en el inicio del valle, el Murcia (2.341), el Pico Cuartas (2.451), el Mojón de las Tres Provincias (2.497), Peña Prieta (2.536) y Hoya Continua (2.392).Montañeros y senderistas disfrutan desde hace tiempo de los placeres que proporciona caminar por estas alturas y asomarse desde estas atalayas a la Meseta Castellana y a los valles cantábricos.

Mucho tiempo atrás, ya recorrían estos parajes los pastores con sus rebaños trashumantes. Ahora que las ovejas merinas ya no pastan estos puertos, su lugar lo han ocupado las vacas procedentes de los cercanos valles de la Liébana, a cuyas gentes arriendan los pastos los lugareños.

De la antigua actividad pastoril, para algunos origen de estos pueblos, quedan algunos chozos derruidos y la sana costumbre de agasajar a los visitantes con la caldereta de carne de oveja. Los vecinos de Cardaño han reconstruido en las inmediaciones del pueblo un chozo de pastores que se puede visitar. 

Distancia aproximada: 12 Km. ida y vuelta. Desnivel: 640 m. Duración: 5 horas. Dificultad: Media-alta Época: Todo el año, aunque en invierno difucltad por la nieve. 



3. LA FUENTE DEL COBRE (Santa María de Redondo)

Para llegar hasta el Valle de Redondo, salimos de Cervera de Pisuerga por la carretera CL-627 en dirección a Potes. Un kilómetro después de pasar el pueblo de San Salvador de Cantamuda, una carretera local nos lleva hasta Santa María de Redondo, punto de inicio de esta excursión.


Al final del pueblo, cruzamos un puente que salva el arroyo Lombatero y seguimos la pista que transcurre paralela a la escombrera de una antigua mina de carbón y que nos lleva a otro puente sobre el río Pisuerga. A partir de aquí el camino asciende dejando el río a la izquierda. Hemos de cruzar un puente más y pronto nos encontraremos con una bifurcación. Junto al cruce hay una señal que limita el acceso de vehículos.

Continuamos por la derecha (la pista que dejamos a la izquierda será por donde efectuemos el regreso), hasta la confluencia de dos valles. El Pisuerga recibe a nuestra derecha las aguas del arroyo de Tejedo. Sin cruzar el río, tras pasar por unas camperas, el camino, ahora apenas un sendero, asciende por el fondo del valle, cerca del río. Este es uno de los tramos más atractivos del itinerario. El sendero transcurre bajo un sotobosque de hayas, robles, acebos, avellanos, abedules y mostajos, a veces por el cauce seco de algún torrente.


Cuando por fin el camino abandone la espesura nos encontraremos de súbito con unas pequeñas cascadas y algo más arriba la Fuente del Cobre, coronada por las crestas de unos farallones calizos.

El regreso se puede efectuar por la misma ruta o por un sendero alternativo, bien marcado por el continuo trasiego de los visitantes, que parte de la misma boca de la cueva y que nos llevará por la ladera. Abajo divisamos el valle y a la izquierda hermosos bosques de haya.
Llegamos a una majada donde descansan las vacas. Desde aquí podemos disfrutar de una excelente panorámica de las cumbres de la Sierra de Peña Labra. Pasamos la majada y tomamos una pista que nos introduce enseguida en un bosque de roble por el que descendemos hasta encontrarnos con el camino por que hicimos la ascensión.
Distancia aproximada: 10 Km. ida y vuelta Desnivel: 400 m. Duración: 4-5 horas. Dificulatad: Media Época: Todo el año. En invierno y al comienzo de la primavera la nieve y el agua pueden dificultar el acceso.

Tradicionalmente, Fuente del Cobre ha sido considerada como lugar de nacimiento del río Pisuerga. Sin embargo su verdadero origen está unos kilómetros más arriba, en las laderas del Valdecebollas (2.139 m.).








4. SENDA DEL BOSQUE FÓSIL (Verdeña)

A veinte minutos de Verdeña se encuentra el bosque fósil del Carbonífero. Se trata de un paleosuelo en el que se aprecian troncos de árboles de un bosque que existió hace 300 millones de años. Continuando la ruta se llega a dos miradores desde los que se domina toda la Pernía y Castillería.

La ruta discurre por el valle de Castillería, zona que destaca por sus valles con abundante vegetación y por sus prados cercanos a los cursos de agua. Hace años las explotaciones mineras fueron abundantes en algunos municipios de la comarca, y aún se pueden ver restos de algunas escombreras y edificios derruidos. Precisamente una explotación de carbón a cielo abierto permitió descubrir el bosque fosilizado al que se llega por esta ruta. 

El itinerario parte de Verdeña, al que se accede desde la carretera que asciende al puerto de Piedrasluengas. Más concretamente el recorrido parte de un aparcamiento habilitado recientemente a las puertas del pueblo. Atravesamos una plaza, junto a un antiguo lavadero, más tarde unas escaleras y un pasadizo, y salimos del pueblo por un camino que se abre a mano izquierda, junto a huertos cercados con muros de piedra.  Desde este camino tomamos una derivación que surge enfrente, y a los pocos metros encontraremos, a mano derecha, el inicio de la pista que nos lleva al bosque fósil. Andados algunos metros el camino se desvía hacia la izquierda y nos adentramos subiendo en un robledal, en el que podemos disfrutar de un mirador con vistas hacia Peña Celada. Al poco salimos del robledal y nos encontramos la pared rocosa. 

Este muro lo podemos observar con detalle desde un mirador protegido, y localizar así las marcas que dejaron los bosques que poblaron esta zona hace 300 millones de años. Podemos apreciar estructuras estrelladas, que son marcas de tocones segados por una avenida repentina de agua marina, y también algún resto de las marcas de los troncos. 

Diversos paneles interpretativos nos aportarán más detalles acerca de este singular yacimiento, que se descubrió al abrir una mina a cielo abierto. Tras recorrer el bosque petrificado seguimos nuestra ruta. A pocos metros encontramos un mirador desde el que podremos contemplar hermosas vistas del paisaje de La Pernía. Una vez pasado el collado seguimos el recorrido señalado, que nos devolverá al pueblo de Verdeña, por un agradable camino entre árboles y prados. 

Distancia aproximada: 3 Km Desnivel: 120 m. Duración: 1 Hora. Dificultad: Fácil  Época: Todo el año.








5. TEJADA DE TOSANDE (Dehesa de Montejo)

Desde Cervera de Pisuerga dirección Guardo CL-626, a 6Km, vemos a mano derecha de la carretera el aparcamiento del que sale la pista. Desde la carretera se ve, en toda su amplitud, el valle de Tosande, un profundo tajo verde abierto entre las cumbres calizas del Macizo de la Peña. Después de pasar una zona de campos de cultivo la pista nos introduce en un pequeño robledal, tras sortear una valla metálica que cierra el paso. El camino desciende, buscando el valle. Aparecen los primeros afloramientos de roca caliza entre los que crecen encimas y rebollos de porte arbustivo. El valle se va cerrando en una estrecha garganta en la que el camino, de firme rocoso, transcurre escoltado por la vegetación de encimas, robles y brezos que ocupa las laderas de Peña Oracada (1.819 m, a la izquierda) y del Roblillo y las Cruces (1.559 m, a la derecha). Al final de la garganta el valle se ensancha. Un circo de cumbres calizas rodea los pastizales que ocupan el fondo. En la ladera de Peña Oracada, a nuestra izquierda, se abre un vallejo en el que se asienta un espeso hayedo. La tejeda se encuentra en el borde superior de este bosque.

El tejo es un árbol de por sí escaso de forma natural. En la Montaña Palentina se encuentra disperso y es rara la ocasión en que se encuentran varios ejemplares juntos. Si ya es raro encontrar tejedas, más raro es todavía encontrar ejemplares con la talla y el porte de los tejos de Tosande, alguno de los cuales alcanzan diámetros de 1,5 m. Por todo ello esta tejeda está considerada como una reliquia de la era terciaria, una verdadera joya botánica merecedora de los esfuerzos y atenciones necesarios para su conservación. 
La regeneración de la especie en Tosande se ve dificultada por la abundancia de grandes herbívoros salvajes, que se comen los brotes tiernos y las ramillas de las plantas jóvenes. Por ello, aunque algunos años nacen nuevas plantas en abundancia, muy pocas de ellas llegan a convertirse en árboles maduros. Los pastizales del valle de Tosande están divididos entre cuatro pueblos: Dehesa de Montejo, Ruesga, Ventanilla y San Martín de los Herreros. Antiguamente se reunían aquí los rebaños de todos estos pueblos a los que se añadían en verano las merinas procedentes de Extremadura. 

Distancia aproximada: 10 Km. ida y vuelta Desnivel: 500 metros. Duración: 3 horas y media  Dificultad: Baja  Época: Todo el año. A partir del otoño la caída de las hojas de las hayas facilita la localización de la tejeda. 




6. EL VALLE DE PINEDA Y EL POZO CURAVACAS (Desde Vidrieros)

Salimos de Cervera de Pisuerga por la carretera L-210 hasta Triollo donde una carretera local nos llevará a Vidrieros.
 
Desde el mismo pueblo una pista remonta el valle de Pineda siguiendo el curso del rio Carrión. Los primeros kilómetros caminamos en dirección este, dejando el río a nuestra derecha. Al final de dicho tramo, cruzamos el río por el Puente Pucherín

A partir de ahí el valle cambia de orientación y la pista asciende levemente en dirección Norte hasta Santa Marina, donde el Carrión recibe las aguas del arroyo de Arauz. 

De nuevo el valle cambia de dirección. Tras vadear por dos veces el rio, caminamos ahora hacia el Noroeste por los llanos de la Vega de Correcaballos, alejándonos del cauce. Volveremos a acercarnos al río en el Estrecho, donde el valle se encoge entre las laderas del Pico Lezna (2.206m) y el Pico Curavacas (2.534 m). 

Al final de la explanada de Vega los Cantos, el Carrión recibe por nuestra izquierda el arroyo del Ves, cuyas aguas se precipitan por la pendiente en multitud de cascadas. Son las escaleras del Ves. Un sendero asciende junto por las orillas del arroyo entre las cascadas hasta el mismo Pozo de Curvacas.

Quienes decidan hacer el itinerario a pie, deben saber que su longitud y dureza exigen un gran esfuerzo. Pero sin lugar a dudas este esfuerzo se verá recompensado por el placer que proporciona caminar por estos llanos despoblados del extenso Valle de Pineda. La sana fatiga y la soledad de estos parajes ayudarán a provocar en el caminante sensaciones de paz y sosiego, que se acentuarán si se pasa la noche al raso y al abrigo de las montañas.El Pozo Curavacas, sobre el cual existen leyendas misteriosas como la profundidad de sus oscuras aguas, es un lago de origen glaciar, uno de los muchos que se esconden bajo los circos formados por los hielos entre las cumbres cercanas. Si aún nos quedan fuerzas podremos acercarnos hasta alguno de ellos: el pozo del Ves, el pozo Oscuro, la Laguna de Fuentes Carrionas, cuyas aguas sobrantes dan origen al río Carrión.

Distancia aproximada: 20 Km. ida Desnivel: 500 metros. Duración: 3 horas y media  Dificultad: Media  Época: Todo el año. A partir de invierno, las condiciones meteorológicas exigen mayor preparación y precaución.